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La momia o Ramsés el maldito


Ramsés es inmortal. Pero ha bebido el elixir de la vida y se ha convertido en Ramsés el Maldito, condenado a recorrer la tierra para saciar deseos que nunca se verán satisfechos. La momia recobra la vida en el Londres eduardianto y regresa a el Cairo con la personalidad asumidad del doctor Ramsey, egiptólogo. Le persigue el recuerdo de su última reencarnación como amante de Cleopatra. Su anhelo por la Reina de Egipto le lleva a cometer un acto que devastará los corazones de quienes le rodean.

 

 

 

En un momento, allá por los noventa corría el rumor en Hollywood de que Antonio Banderas daría vida a Ramses en la adaptación cinematográfica de está novela escrita por la reina del gótico Anne Rice. No hace falta que aclare que eso nunca se concretó. 

Es que esta historia tiene todos los condimentos para un blockbuster: romance, acción, humor, historia, lugares exóticos, aventura.Comienza una noche en la que el egiptólogo Lawrence Stratford tras descubrir la antigua tumba del faraón Ramses, es asesinado por envenenamiento en su tienda de campaña. El asesino es nada más y nada menos que su codicioso sobrino Henry. Tras la trágica noticia la hija de la victima, Julie Stratford, recibe en Londres el sarcófago junto a otros elementos obtenidos en la tumba de Ramses. Es entonces cuando Henry intenta matarla, la momia del farón resucita malogrando su objetivo, dejando boquiabierto a los primos. Entre Julie y el inmortal Ramses surgen chispas que se convierten en una irrefrenable atracción, en donde emerge la historia romántica principal. Condimentan los enredos amorosos el prometido de ella, un aristócrata inglés y la reina del Nilo, la mismísima Cleopatra. No les contaré como entra este personaje histórico en la trama para no arruinarles la sorpresa, a medida que avancen con la lectura se lo verán venir.Anne Rice guarda su lado filosófico tan característico en libros como Violín o varios de la serie Crónicas vampiricas, para concentrarse en la acción que arranca desde el primer capítulo.

A través de sus páginas recorreremos las calles de la ciudad de Londres a principios del siglo XX, El Cairo y claro está, el antiguo Egipto de la mano del propio Ramses. 

Mientras ella le muestra los avances tecnológicos por la cosmopolita, él relata sus vivencias antes y después de beber el elixir de la vida que lo ha vuelto como podemos ver, en inmortal. Aquí la autora vuelve tratar el tema de la inmortalidad. Para aquellos que no están enterados, Anne Rice perdió a su pequeña hija Michelle, cayendo en una grave depresión que tras todas las etapas del duelo logró escribir la famosa novela que la llevaría a la cima: Entrevista con el vampiro. Algo similar a la vivencia de la escritora Mary Shelley que tras morir su bebé, concibió su obra magna: Frankenstein o el moderno Prometeo.

A diferencia de su primera novela, no profundiza en los conceptos teológicos sino que los usa al pasar. Tampoco es un libro de terror a pesar de que el título puede llevarnos a creer que sí. Es una historia que exuda misterio desde un lado sensual. 

 

Ya desde lo personal, me ha gustado más la segunda parte de la historia en donde toma relevancia Cleopatra. Se podría decir que ella tiene algunos pasajes más tétricos, al menos al principio, que consisten en absorber vida para regenerar su cuerpo. Su obsesión por el hombre que amó (ni Julio Cesar, ni Marco Antonio) la llevan a tener como objetivo recuperar a Ramses (ni que fuera un objeto que perdió)

Como punto negativo los personajes son muy planos, dificultando que el lector pueda tomarles simpatía. Acá lo que cuenta son las circunstancias a las que están sujetos, los exóticos escenarios descriptos (que para eso Rice es una maestra) y el misterio en torno al elixir.

La momia no es el mejor libro de esta escritora oriunda de Nueva Orleans pero sí es entretenido. Creo que podría irle muy bien en el cine. 


Mi fan cast imaginario luciría algo así como Rachel Weisz en 'La momia' de 1999 como Julie, Jason Momoa estilo 'Conan el bárbaro' como Ramses, Tom Hiddleston como Henry y Gal Gadot como la reina del Nilo: Cleopatra.

En fin, fantasías que se me vienen a la mente cuando leo.