"No había conocido hasta el momento ninguna enfermedad que pudiera describirse más exactamente como una pesadilla hecha realidad: la de una mente lúcida que gradualmente se quedaba encerrada en un cuerpo que no funcionaba más, y podía verlo todo."

La sed es un drama histórico con tintes de terror bien logrados, dividida en dos partes: La primera está narrada por una mujer vampiro que fue vendida a su Hacedor (una suerte de Conde Drácula) por su familia y que tras ser cazado por la Iglesia, huye con otras vampiras al bosque en donde son perseguidas durante la caza de brujas. Para escapar de sus captores, viaja en barco hasta las costas de Buenos Aires en donde intenta asentarse hasta llegar a nuestra era. En la segunda parte la protagonista es Alma, que tiene a su madre muy enferma con un pie en el otro lado, lo que la lleva a enfrentar una crisis de la mediana edad.

Con un inicio prometedor y avasallante en el cementerio de la Recoleta, la emoción se diluye en la primera parte en donde la autora va de un lado a otro. No pude evitar la tediosa comparación con la pluma de Anne Rice y sus Crónicas vampíricas, así que confieso que me gustó mucho más la segunda parte. 

Marina Yuszczuk va describiendo históricamente la fiebre amarilla, la inimigración, y también mezcla ficción y verdad con algunos personajes. Por ejemplo, la historia de Eleonora está directamente basada en Rufina Cambaceres, conocida como la joven que murió dos veces.

La soledad, el duelo, la falta de propósito en la vida son algunos de los temas que toca la obra. Si les gusta la floritura puede ser la lectura que están buscando porque la autora es también poeta y se le nota. 

En fin, una novela gótica para las personas amantes de las letras oscuras.

"Estaba la muerte en el horizonte, sí, pero también está vida adulta que me había decepcionado en casi todos los sentidos posibles."