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Quills


"Querido lector, tengo una pequeña historia perversa para contar, sacada de las páginas de la historia, adornada, cierto. Pero garantizada a estimular nuestros sentidos."


Volví a ver está película que, considero, cae como anillo al dedo frente a la censura que quieren y están implementando las políticas de ultraderecha. En Argentina, el gobierno actual busca implementar por decreto el ciberpatrullaje mientras amedrenta a la prensa, usa la propaganda estatal para perseguir, descalificar a las voces opositoras e incluso ha querido censurar obras literarias como le ocurrió a la escritora Dolores Reyes el año pasado y a su nouvelle, Cometierra. 

 

Quills es una adaptación cinematográfica de la obra teatral escrita por Doug Wright, quien aquí trabaja también como guionista. La misma transcurre, principalmente, en el manicomio Charenton en la Francia del emperador Napoleón Bonaparte (quien aparece brevemente) que prohíbe terminantemente que la obra perversa del Marqués de Sade continúe publicándose.  

A cargo de esta institución de salud mental (aunque esté término no aplique del todo) se encuentra el Abbé de Coulmier interpretado por Joaquín Phoenix, un hombre religioso que con bondad y compasión, busca ayudar a los enfermos mentales incluido el Marqués de Sade. El Marqués vive en una celda donde pasa sus días escribiendo novelas eróticas mientras a escondidas del Abbé, le pasa los manuscritos a una de las lavanderas del lugar. Dicha mujer se llama Madeline y es interpretada por la magnífica Kate Winslet. Fascinada por la figura disruptiva del Marqués de Sade y sus historias prohibidas, Madeline lo ayuda a continuar con la publicación de su obra sin reparar en las consecuencias a las que se enfrentan,  cuando en Charenton irrumpe el conservador y autoritario, doctor Royer-Collard (Michael Caine) quien busca impedir bajo todos los medios, que el Marqués continúe escribiendo. Geoffrey Rush es el actor que encarna al Marqués y lo dejé para el final porque su actuación es lo que realza la película dirigida por Philip Kaufman. 

La historia de Quills acentúa la doble moral de aquellos que puertas afuera defienden el orden y los valores tradicionales mientras que puertas adentro ejecutan acciones perversas cargadas de violencia. La disonancia cognitiva de estos individuos refleja los conflictos internos que no pueden desarmar y aunque sea más sencillo tildarlos de malas personas, la realidad es mucho más compleja. Esto está representado en el doctor, que es un personaje recto con rasgos autoritarios que considera que lo del Marqués de Sade es una perversión que debe ser curada mediante torturas, mientras en paralelo visita un convento de monjas para casarse con una joven huérfana mucho más joven que él.  

El Marqués de Sade es aquello que proyecta como prohibido; es el rebelde, el disruptivo, el anárquico, el hedonista. El Marqués quiere escribir y cuanto más duros son los intentos de cohibir su libertad de expresión, más extremos se vuelven los métodos que emplea para seguir escribiendo. Arrastrados en este espiral de destrucción antagónica se encuentran Madeline y el Abbé, atraídos profundamente el uno por el otro pero condicionados por el deber moral. La pluma de Sade desnuda una imaginación febril en la que convergen fantasías que sacan sonrisas entre los trabajadores del manicomio y en los propios enfermos. Ellos no ven a Sade como a un monstruo sino como alguien que les encanta, un artista, un ilusionista. 

En Quills podemos mirarnos a pesar de la distancia histórica. No estamos tan alejados de ese antagonismo entre disrupción y orden. Podemos encontrarnos en el deseo. 

El director emplea los recovecos del manicomio como si fueran los recovecos de la psique humana. La dirección de arte logra transportarnos a Charenton, a sus celdas frías, a ese sitio inhóspito alejado de la gente de bien. 

Quills es una película que merece ser devuelta al catálogo de las grandes plataformas de streaming y compartir debates en torno a sus letras prohibidas,  porque el significado de la palabra libertad se ha deteriorado y es preciso resignificar su esencia aunque tengamos que usar la figura de Sade para hacerlo. 

 


Ficha técnica y sinopsis

Título: Quills

Director: Philip Kaufman

Elenco:  Geoffrey Rush, Kate Winslet, Joaquín Phoenix, Michael Caine.

País: Estados Unidos, Alemania, Inglaterra.

Año 2000

 

A finales del siglo XVIII, un doctor enviado por Napoleón emplea métodos cada vez más severos para curar la supuesta locura del marqués de Sade y aplacar su perturbado apetito sexual.