"Es una auténtica desgracia, pero sólo las pasiones perversas de los corazones humanos son lo bastante fuertes para dejar de sí imágenes que persistan; el bien es siempre demasiado tibio."
Algernon Blackwood vuelve a la carga en esta espectacular historia que sigue a Harris, un comerciante Inglés de sedas, quien movilizado por la nostalgia decide hacerse un hueco en su vida laboral y regresar al colegio alemán escondido en un pueblo pequeño, en donde pasó dos años de su adolescencia.
La prosa del autor describe con total desenvoltura el paisaje circundante evocando recuerdos en el protagonista a través de formas, texturas, aromas, que lo llevan a revivir aquellos años en los que aprendió sobre disciplina. Un fuerte lazo sentimental lo une a ese colegio, tanto que se hospeda en una posada en donde hay un hombre misterioso de su misma nacionalidad y un sacerdote católico alemán quien le advierte que el colegio está muy cambiado. Dejándose llevar por sus pasiones Harris no quiere creerle, sale de la posada en pleno crepúsculo para caminar hacía el edificio que tantas memorias evoca.
Es un cuento de terror muy bien construido con un Blackwood inspirado que no deja nada al azar y que va dejando pistas, uno se espera algo terrible y así ocurre efectivamente.
El clímax es emocionante y el final también es decente, desvelando la identidad de quien ya es un personaje recurrente en las narraciones del escritor.
Una historia que los amantes de lo oscuro no pueden dejar pasar. No se van a arrepentir.
Bio del autor
Algernon Henry Blackwood (14 de marzo de 1869-10 de diciembre de 1951) fue un escritor inglés de relatos fantásticos, además de periodista y narrador de radio.
Entre sus obras más destacadas se encuentran Los sauces y El Wendigo.
He reseñado de él: