· 

La maldición de Hill House


“Ningún organismo vivo puede mantenerse cuerdo durante mucho tiempo en unas condiciones de realidad absoluta.”


Título: La maldición de Hill House

Autora: Shirley Jackson

Número de páginas: 272

Editorial: Debolsillo

Fecha de publicación: 2019 

 

Sinopsis: Tras pasar años entregado al estudio de las «perturbaciones psíquicas» que suelen manifestarse en las casas encantadas, John Montague, doctor en Filosofía y estudioso de lo oculto, alquila Hill House, una mansión solitaria y de siniestra reputación. Ahí se traslada con un grupo de asistentes dispuestos a pasar una temporada en ella: Theodora, una joven entusiasta, la tímida y frágil Eleanor, y Luke, el futuro heredero de la propiedad. Ser í mejor que el lector descubra por sí mismo las alucinantes experiencias que vivirán en la casa...


Siempre creí que el peor miedo que una persona puede experimentar es el desconfiar del funcionamiento de su propia mente; no distinguir lo real de lo ilusorio. Si tuviera que resumir la novela en una frase, citaría al personaje del Joker en la famosa película The dark knight (El caballero oscuro) "La locura es como la gravedad, basta con un pequeño empujón".

Esto es algo de lo que nos presenta la excelente escritora Shirley Jackson, en su novela La maldición de Hill House.

 

El doctor Montague decide realizar un experimento con personas voluntarias, que consiste en internarse en una mansión de ochenta años, con un prontuario de tragedias y apariciones fantasmales, que volverían loco a cualquier escéptico para comprobar la existencia de ciertos fenómenos paranormales. Claro esta, que esto es el enganche pero lo que Jackson nos termina contando va mucho más allá, directo al hueso. Así los conejitos de india dispuestos a experimentar las atracciones de la mansión embrujada son solo tres: Theodora, una mujer joven que parece muy segura de sí y que vive con su amiga (¿quizás pareja?) Luke; futuro heredero de Hill House y la protagonista, Eleanor o Nell, mujer muy insegura, que ha pasado gran parte de su vida cuidando de su madre enferma, sin vida social y con una relación muy fría y distante con su única hermana. Ya con estos antecedentes podemos decir que algo no está bien con Eleanor. Si bien Jackson utiliza la tercera persona para la narración, esta decisión no excluye los sentimientos y los pensamientos íntimos de Nell.

Vemos a través de los días en Hill House, como su salud mental se va deteriorando. Clara esta la reputación de la mansión llena de casos similares.

Lo más interesante es que uno, como lector, puede elegir creer en la naturaleza sobrenatural de la casa o bien, desconfiar de la estabilidad psíquica de sus habitantes, o una mezcla de ambos. 

Yo, siendo de naturaleza escéptica, me inclino a pensar que la sugestión y la fragilidad de una mente voluble, paranoica y susceptible como la de Eleanor, es más que suficiente para despertar lo que sea que habita en un lugar tan siniestro y aterrador como Hill House.

Cabe aclarar también que el terror subyace entre líneas y no de forma literal; el acento está puesto en lo implícito. 

Otra aclaración también válida es que ninguna de las adaptaciones audiovisuales realizadas a la fecha, son fieles a la esencia del libro, sino que han tomado un par de elementos pintorescos y la han reinventado muy lejos de lo creado por Jackson que, fue, sin dudas, una gran escritora a la que hay que darle una oportunidad porque su prosa no tiene desperdicio. 

 

 

Frases del libro:

“El miedo es la renuncia a la lógica, la renuncia voluntaria a patrones razonables. Nos rendimos o luchamos pero no podemos enfrentarlo a medias.”

 

“La amenaza de lo sobrenatural es que ataca donde las mentes modernas son más débiles, donde hemos abandonado nuestra armadura protectora de superstición y no tenemos una defensa que la sustituya.”


Bio de la autora

Shirley Jackson nació un 14 de diciembre de 1916 en San Francisco, California, Estados Unidos y falleció de insuficiencia cardíaca el 8 de agosto de 1965 en Vermont. 

Su cuento La lotería causó gran impacto en los lectores del The New Yorker. 

Autora de novelas, ensayos, cuentos y artículos para revistas, se convirtió en una influencia considerable para escritores de la talla de Stephen King, Neil Gaiman y Richard Matheson entre otros.

 

De Shirley Jackson reseñé:

Siempre hemos vivido en el castillo

La lotería

La bruja/ El embriagado de amor

El reloj de sol